no todos los yanquis son hijos del imperio
domingo en tristán narvaja. camino aquí y allá, sin buscar nada en especial, pero buscando. alguien dijo una vez que son las cosas las que los buscan a uno. un libro que está solo, una fotografía que se cayó de un album y nadie quiere, y pide ser querida. así es que aparece una escarapela del viejo lenin- seguramente hoy un desconocido que podría ser tomado por un cantante de alguna banda semi-under (convengamos que hasta el under se ve poco)- un sombrero de un soldado ruso, un libro de 1820 y algunas cosas más, un "wish you were here" del mejor grupo del mundo, pink floyd, y tanto olor a vida, tanto olor a vida. y de pronto, a unas cuadras: música en vivo. un blues. divino blues, que redime el alma, y que todo el mundo debería saber que significa "tristeza" y en alemán, estar "azul" (blau, como lola blau) es más complejo, pero refleja el estado del alma. el asunto es que hay un blusero gringo tocando, con una gibson que parece del 70 y una harmónica,m una cachucha de baseball y eso que hace que se note que no es de acá. ¿pero de dónde? charli dice que es gringo. entonces le respondo, porque es un buen compinche de correrías urbanas, "vamos a por una cerveza, porque esto no existe" (porque recuerdo el mercado de camden, en londres, y esto es lo mismo, pero acá).
(dos cuadras antes pasamos por la esquina dura, donde la pasta base y los chorros son una sola cosa, pero así es montevideo, pleno empleo, marihuana libre, y uno que sigue creyendo que se puede)
así que consigo una cerveza "azul" (vaya coincidencia, no sabía que existían, que se compra en una panadería de la cuadra,linda entre tenderetes que venden brochetas que parecen de grecia o de tel aviv, botellita que va para la colección) y le pregunto a un feriante si me puedo sentar en su puesto y dice que sí, y charli se queda semisentado -no sé cómo hace, pero los hombres son bichos raros- y escuchamos al gringo que canta unos blues magníficos, allí, en un domingo que parece de primavera, pero estamos en agosto, y no puede ser. entonces le pido que cante "swing low, sweet charriot" que es una belleza, y me dice que él sólo canta sus canciones, que las compone él. es gordo, tiene una especie de sex appeal a su pesar, no le importa lo que piensen de él, me parece. me parece que sólo le interesa cantar y nada más. le pregunto "where are you from". y dice: "I was born in the united states " (sí, como la canción del amigo bruce), "pero no soy de ese pueblo, no quiero serlo, y me vine para acá". a la pucha. un voto menos para don obama. ni chomsky ni susan sontag lo hubieran expresado tan bien. "ahora estoy acá.". "welcome to our country" , me sale decirle, porque me parece increíble que alguien quiera venir de la green card a uruguay. "vengo acá cuando hay sol o cuando no llueve. hablo poco español. hace seis años que estoy acá". no hay cómo agradecerle al concierto que nos da, allí, en esa esquina. pero de pronto, la gente se detiene. quizá porque, involuntariamente, dos sujetos como nosotros, sentados en el piso, escuchando a este hombre que todavía sueña, llama la atención. y entonces le agradecemos. brindamos a su salud. y seguimos caminando, así, tranquilos, charli y yo, perdidos entre un mar de gente, que seguramente no sepa hasta qué punto es gente, pese a todo. viva el blues! que nació como rebelión, y que parece que no dejará de serlo.
domingo en tristán narvaja. camino aquí y allá, sin buscar nada en especial, pero buscando. alguien dijo una vez que son las cosas las que los buscan a uno. un libro que está solo, una fotografía que se cayó de un album y nadie quiere, y pide ser querida. así es que aparece una escarapela del viejo lenin- seguramente hoy un desconocido que podría ser tomado por un cantante de alguna banda semi-under (convengamos que hasta el under se ve poco)- un sombrero de un soldado ruso, un libro de 1820 y algunas cosas más, un "wish you were here" del mejor grupo del mundo, pink floyd, y tanto olor a vida, tanto olor a vida. y de pronto, a unas cuadras: música en vivo. un blues. divino blues, que redime el alma, y que todo el mundo debería saber que significa "tristeza" y en alemán, estar "azul" (blau, como lola blau) es más complejo, pero refleja el estado del alma. el asunto es que hay un blusero gringo tocando, con una gibson que parece del 70 y una harmónica,m una cachucha de baseball y eso que hace que se note que no es de acá. ¿pero de dónde? charli dice que es gringo. entonces le respondo, porque es un buen compinche de correrías urbanas, "vamos a por una cerveza, porque esto no existe" (porque recuerdo el mercado de camden, en londres, y esto es lo mismo, pero acá).
(dos cuadras antes pasamos por la esquina dura, donde la pasta base y los chorros son una sola cosa, pero así es montevideo, pleno empleo, marihuana libre, y uno que sigue creyendo que se puede)
así que consigo una cerveza "azul" (vaya coincidencia, no sabía que existían, que se compra en una panadería de la cuadra,linda entre tenderetes que venden brochetas que parecen de grecia o de tel aviv, botellita que va para la colección) y le pregunto a un feriante si me puedo sentar en su puesto y dice que sí, y charli se queda semisentado -no sé cómo hace, pero los hombres son bichos raros- y escuchamos al gringo que canta unos blues magníficos, allí, en un domingo que parece de primavera, pero estamos en agosto, y no puede ser. entonces le pido que cante "swing low, sweet charriot" que es una belleza, y me dice que él sólo canta sus canciones, que las compone él. es gordo, tiene una especie de sex appeal a su pesar, no le importa lo que piensen de él, me parece. me parece que sólo le interesa cantar y nada más. le pregunto "where are you from". y dice: "I was born in the united states " (sí, como la canción del amigo bruce), "pero no soy de ese pueblo, no quiero serlo, y me vine para acá". a la pucha. un voto menos para don obama. ni chomsky ni susan sontag lo hubieran expresado tan bien. "ahora estoy acá.". "welcome to our country" , me sale decirle, porque me parece increíble que alguien quiera venir de la green card a uruguay. "vengo acá cuando hay sol o cuando no llueve. hablo poco español. hace seis años que estoy acá". no hay cómo agradecerle al concierto que nos da, allí, en esa esquina. pero de pronto, la gente se detiene. quizá porque, involuntariamente, dos sujetos como nosotros, sentados en el piso, escuchando a este hombre que todavía sueña, llama la atención. y entonces le agradecemos. brindamos a su salud. y seguimos caminando, así, tranquilos, charli y yo, perdidos entre un mar de gente, que seguramente no sepa hasta qué punto es gente, pese a todo. viva el blues! que nació como rebelión, y que parece que no dejará de serlo.